El concepto de Antiguo Régimen surgió durante la Revolución francesa para referirse a la época que llegaba a su fin con el estallido revolucionario.
El Antiguo Régimen define el sistema político, económico y social que surgió después del feudalismo medieval y que persistió en Europa hasta el inicio de una sociedad dominada por la burguesía y sus ideas políticas y económicas: el liberalismo.
El inicio del Antiguo Régimen se dio en el siglo XVI y destaca por la pervivencia del régimen señorial, una población estancada por crisis periódicas de subsistencia; una sociedad estamental que legitimaba la desigualdad por el origen familiar; y un sistema política basado en el poder absoluto de la monarquía.
Este estado de cosas fue evolucionando a partir de los siglos XVII y XVIII con el surgimiento de una economía comercial cada día más sólida desarrollada por la burguesía. A la vez nació una nueva de entender la vida, un movimiento ideológico llamado Ilustración que provocaría poco a poco el descrédito de las bases ideológicas del Antiguo régimen.
El siglo XVIII constituyó un tiempo crucial que puso cara a cara lo viejo frente a lo nuevo, la aristocracia frente a la burguesía, el feudalismo frente al nuevo sistema económico defendido por la burguesía: el capitalismo.
El triunfo de las nuevas ideas abrirá las puertas de la Historia a la Edad Contemporánea.
1. Economía agraria de subsistencia y derechos señoriales
Derechos señoriales y propiedad de la tierra
La agricultura era la fuente principal de riqueza, pero la mayoría de la tierra pertenecía a la nobleza, a la iglesia, a la monarquía o a los municipios. O sea, era propiedad vinculada que estaba fuera del mercado, pues estaba sujeta a los títulos o los cargos de la iglesia. Por tanto, se podía explotar o ejercer derechos legales sobre ella pero no ponerse en venta.
Las tierras en manos de un señor noble o eclesiástico formaban el señorío territorial. La parte de las tierras más rentables y productivas las explotaba directamente el señor. Aquí estaba su residencia y las instalaciones principales: establos, molino, herrería, horno. Hombres libres y siervos debían pagar tasas por su uso. Era la reserva señorial.
Las tierras restantes del señorío las explotaban campesinos libres y siervos, que debían pagar un censo o, en el caso de los siervos, realizar trabajos para el señor o compartir parte de sus productos a cambio de poder trabajar estas parcelas cedidas, que se llaman mansos.
Los señores tenían además regalías, derechos, por ejercer funciones judiciales, fiscales, militares y como gobernantes. Cobraban derechos de paso, impartían justicia, acuñaban monedas, peajes de puentes (pontazgo), etc.
Además, la iglesia cobraba el Diezmo. Los campesinos debían entregar la décima parte sus cosechas para mantener el culto. Los campesinos pagaban también tributos estatales (capitación, talla, gabela...). Por contra, nobleza y clero estaban exentos de estos pagos.
Agricultura y ganadería atrasadas
La productividad de la tierra era muy pobre. Se trataba de una agricultura de subsistencia de diversos tipos de cereales. Su destino era el autoconsumo, el comercio de estos productos era muy escaso- Se organizaban mercados a nivel local y ferias comarcales. Además de los cereales, destacan los viñedos y el lino, que sí se destinaban a la venta.
La explotación de la tierra se hacía en grandes extensiones cerealísticas de campos abiertos (openfields) y tierras comunales dedicadas a bosques y pastos. Para permitir la regeneración de la tierra se practicaba el barbecho.
La ganadería también ofrecía escasos rendimientos. El ganado se alimentaba de las hierbas de los pastos comunales, los barbechos y los rastrojos. Así, la producción láctea y de carne era muy limitada y la alimentación de la población era muy pobre.
A una situación normal de escasez se le añadían periódicamente crisis de subsistencias que provocaban grandes mortandades. A épocas de malas cosechas, le sucedían escasez de alimentos, aumento de precios y, en muchas ocasiones, protestas y levantamientos populares por la situación: son las llamadas revueltas del pan.
Estancamiento de la población
El comportamiento de la evolución demográfica en esta época se denomina Ciclo demográfico antiguo y se caracteriza por altas tasas de natalidad y de mortalidad. El crecimiento resultante era casi inexistente.
La gente estaba mal alimentada, la higiene era inadecuada, los médicos apenas contaban con medios y conocimiento. Por tanto, la mortalidad superaba el 30‰ y la esperanza de vida estaba alrededor de los 45 años. la media de hijos por mujer era de unos cinco hijos.
Gremios y manufacturas reales
La economía tenía como base la unidad familiar. No solo cultivaban lo necesario para subsistir y pagar los tributos, también se dedicaban a elaborar todo tipo de objetos y útiles de uso doméstico.
En las ciudades los artesanos se reunían en asociaciones llamadas Gremios, que regulaban la actividad: precios, materiales, herramientas, técnicas necesarias, etc. De esta manera impedían la innovación y la inversión en nuevos productos o procesos de fabricación.
A partir del siglo XVI algunos artesanos comenzaron a intentar innovar, ahorrar gastos y aumentar sus beneficios. Empezaron a dar trabajo a familias campesina proporcionándoles la materia prima necesaria para que fabricaran en sus casas los productos que los artesanos posteriormente comercializaban en los mercados de las ciudades. Este sistema es conocido como trabajo doméstico (Domestic System).
En el siglo XVIII fue frecuente que el estado pusiera en marcha un nuevo modelo de producción industrial: las manufacturas. Elaboraban artículos de lujo y armas, básicamente. El cliente solía ser el propio estado y la nobleza.
El sistema de manufacturas concentraba por primera vez en grandes instalaciones a un gran número de trabajadores que realizaba de forma artesanal su trabajo. Estamos hablando de un claro precedente de las fábricas que aparecen con la posterior Revolución Industrial.
Transportes y comunicaciones escasos y rudimentarios
Los caminos, exceptuando los caminos reales conservados por el estado, eran lentos, de difícil tránsito e inseguros. Se usaban caballos de carga, carros y diligencias. Las diligencias, sistema más rápido y regulado, cubrían un máximo de 80 kilómetros diarios. Los carros y caballos alcanzaban trayectos de entre 20 y 30 kilómetros.
Por mar, las embarcaciones que transitaban las rutas marítimas eran lentas y tenían poca capacidad de carga. El trayecto entre las Islas Británicas y Norteamérica se hacía en dos meses de navegación.
Para gran parte de Europa, Gran Bretaña y países como Francia o Alemania, la navegación fluvial era el medio de transporte más eficaz y barato. Gran Bretaña poseía la mejor red de canales y ríos conectados por todo el territorio.
Comercio interior comarcal, comercio triangular y las compañías comerciales
Como hemos visto, la mayoría de la tierra estaba fuera del mercado, los campesinos apenas podían subsistir y los transportes no eran muy eficaces. Por tanto, durante el Antiguo Régimen el comercio se enfrentaba a unas grandes limitaciones.
El comercio interior se concentraba en ferias locales y comarcales que se desarrollaban periódicamente. A ellas acudían comerciantes de otras comarcas y regiones.
El comercio de las naciones europeas con las colonias sí permitió desde el siglo XVI estimular de forma positiva la economía europea. Las rutas más importantes se reúnen bajo el apelativo de comercio triangular, pues ponía en contacto tres continentes: África, Europa y América. Por ejemplo, Europa le ofrecía a África, productos como espejos, telas, cuentas de colores, cascabeles y otro tipo de artesanías. A su vez, África ofrecía a las colonias americanas esclavos.
Por otro lado, América proporcionaba a Europa productos de producción colonial como cacao, azúcar y tabaco.
La necesidad de capital inversor para las compañías comerciales que realizaban estas actividades produjo la extensión y perfeccionamiento de los sistemas de crédito y financiación. El negocio de mercaderes y prestamistas aumentó rápidamente, por eso a esta etapa se la ha denominado en lo económico como la era del capitalismo comercial.
2. Sociedad estamental
En el Antiguo Régimen la sociedad se dividía en estamentos. Estos estamentos o estados apenas permitían la movilidad social entre ellos. Pertenecías a ellos por nacimiento y la posibilidad de mejorar socialmente era casi imposible.
Existían tres estamentos y cada uno tenía una función principal en la sociedad: la nobleza, eran los combatientes y protectores del resto; el clero, que proporcionaban el culto religioso y la protección de Dios; y el llamado tercer estado, el pueblo llano, los productores, que trabajaban los bienes materiales necesarios para asegurar la existencia. Incluía el campesinado, la burguesía y una gran masa de población urbana que vivía en condiciones humildes como artesanos, criados, mendigos, etc.
La desigualdad, por tanto, era apoyada legalmente y dividía la población en dos grupos: los privilegiados, que poseían todos los derechos y estaban exentos de pagar impuestos (nobleza y clero); y los no privilegiados, que no gozaban de privilegios y soportaban grandes cargas impositivas.
El clero no llegaba al 1% de la población, no pagaban impuestos y cobraban el diezmo al pueblo llano o tercer estado. Se dividía en alto clero (abades, obispos y otros altos cargos) y bajo clero (curas, monjes), que no tenían privilegios y procedían de los grupos humildes.
La nobleza representaba alrededor del 3% de la población, poseía múltiples privilegios, la propiedad de la mayoría de las tierras y la reserva de los mejores cargos en la administración, el ejército o la iglesia. Existían diferencias entre la alta nobleza, rica y poderosa y la baja nobleza, provinciana. Además, se fue extendiendo la llamada nobleza de toga, que adquiría esta condición comprando títulos o recibía esta consideración por los servicios prestados a la monarquía. La venta de títulos de nobleza cubría parcialmente la necesidad constante que tenía la administración de obtener ingresos para cubrir las necesidades de la corte o el constante gasto militar.
La mayoría de la población, más del 90%, quedaba englobada dentro del tercer estado. Era un grupo muy variado, con muy diferentes niveles de vida pero tenían en común su origen humilde y la falta de privilegios legales.
El grupo más pudiente era la burguesía. Unos eran rentistas, obteniendo sus ingresos del cobro de rentas por sus propiedades; otros constituían la burguesía financiera, los banqueros y cobradores de impuestos; un tercer grupo lo constituían los propietarios de manufacturas, la burguesía industrial; y, por último, existía una pequeña burguesía que se dedicaba al comercio y a profesiones liberales.
En las ciudades vivían también un nutrido grupo de artesanos, trabajadores de las manufacturas, criados y otros empleados.
Sin embargo, la mayoría del tercer estado estaba constituido por los campesinos, unos eran libres y poseían o arrendaban tierras, y otros eran jornaleros y siervos, sometidos al régimen señorial.
La progresiva subida de los precios y el aumento de la población hicieron que durante el siglo XVIII las condiciones de vida de todos estos grupos fueran empeorando progresivamente. Se estaba así creando el caldo de cultivo de un malestar que iba a culminar en la unión del tercer estado para luchar por la consecución de la igualdad civil y el fin de los privilegios de la nobleza y el clero.
3. La monarquía absoluta
El sistema político estaba basado en el derecho divino de la monarquía absoluta. El poder del rey provenía de la voluntad de Dios y ejercía el poder terrenal en su nombre.
EL rey concentraba todos los poderes del estado, legislativo, ejecutivo y judicial. Tenía, por tanto, un poder absoluto.
El rey hacía y deshacía a su antojo. Los súbditos estaba sometidos al despotismo monárquico. Se suele poner como máximo ejemplo de monarquía absoluto de Antiguo Régimen al rey de Francia, Luis XIV, llamado el "rey Sol".
En España, después de la muerte de Carlos II, último rey de la dinastía habsburgo, se inició la llamada Guerra de Sucesión, que acabó con la llegada de la dinastía borbónica y el inicio de la monarquía absoluta con Felipe V.
El rey, para ejercer su poder, se apoyaba en una serie de instituciones que lo asesoraban y aplicaban sus órdenes:
- el Consejo de estado, principal órgano de gobierno. Sus miembros eran elegidos por el monarca. Se subdividía en órganos especializados en los diferentes asuntos de gobierno: Consejo de Guerra, Justicia, Finanzas, etc. Estas y otras secciones estaban a cargo de los llamados secretarios de Estado, comparables a los ministros de hoy.
- Las provincias eran administradas por los gobernadores o intendentes. Mantenían el orden, aplicaban las leyes, supervisaban las obras públicas, el comercio, etc. Era el rey quien nombraba y quitaba los intendentes.
- Existía también un sinfín de funcionarios y burócratas que recaudaban impuestos, administraban justicia, hacían cumplir la voluntad del monarca, etc.
La monarquía no rendía cuentas ante nadie, ni se sometía a ningún control. Su poder sólo se limitaba a respetar la ley divina y debía respetar el derecho natural y las leyes fundamentales de los reinos que quedaban bajo su poder con la coronación.
Sin embargo, tradicionalmente existía una institución de origen medieval que, al menos teóricamente, podía limitar el poder del rey. Se trata de los parlamentos, que reunía a los tres estamentos sociales para votar nuevos impuestos y elevar peticiones al monarca. En la práctica los reyes absolutos marginaban a los parlamentos y nos los solían convocar o símplemente hacía oídos sordos a sus posturas. El rey sí acudía a los parlamentos cuando necesitaba apoyo económico o aprobar nuevos impuestos.
Lee estos textos:
“Dios estableció a los reyes como sus ministros y reina a través de ellos sobre los pueblos (...) Los príncipes actúan como los ministros de Dios y sus lugartenientes en la tierra. Por medio de ellos Dios ejercita su imperio. Por ello el trono real no es el trono de un hombre sino el de Dios mismo. Se desprende de todo ello que la persona del rey es sagrada y que atentar contra ella es un sacrilegio.”
Bossuet. La política según las Sagradas Escrituras. Libro III.
"El poder soberano solo reside en mi persona; es solo por mi que mis tribunales existen y tienen su autoridad, y como ellos ejercen en mi nombre, su uso no se puede volver nunca contra mi; el poder legislativo es solo mío sin ninguna dependencia ni ninguna partición (…); el orden público completo emana sobre mi, y los derechos y los intereses de mi nación (…) reposan en mis manos".
Discurso de Luis XIV ante el Parlamento de París, 1661.
4. La crisis del Antiguo Régimen
Desde mediados del siglo XVIII un grupo de pensadores, en su mayoría franceses, desarrollaron una corriente de pensamiento nuevo, a la que se dio en llamar Ilustración, que terminó siendo un arma formidable para destruir las bases del Antiguo
Régimen. Partían del supuesto de que el hombre había nacido para ser feliz y de que la razón humana, única fuente de conocimiento, era capaz de alcanzar por sí sola la verdad. Advertían que si los hombres habían sido creados para alcanzar la felicidad, las relaciones entre ellos tenían que estar basadas en la tolerancia y en la igualdad ante la ley (con la consiguiente desaparición de los privilegios estamentales).
Defendían, a su vez, una nueva forma de Estado
basado en los ideales de igualdad, libertad y
tolerancia.
Entre estos filósofos, que prepararon el fin del Antiguo Régimen, destacaron Montesquieu, Voltaire y Rousseau. Montesquieu advertía que para evitar que el Estado cayera en la tiranía y el despotismo debía organizarse sobre la separación de poderes: legislativo (en manos del Parlamento), ejecutivo (en las del rey y sus ministros) y judicial (ejercido por los tribunales legalmente constituidos).
Voltaire era un ferviente defensor de la libertad de pensamiento y de la tolerancia religiosa.
Rousseau expuso el principio de la soberanía nacional: el poder reside y emana del pueblo. Pero la realidad era otra: el rey era el soberano absoluto, Dios le había entregado todo el poder y, en consecuencia, el monarca sólo era responsable de sus actos ante la divinidad.
Las ideas de los ilustrados se difundieron, primero, por Francia y, después, por todos los países europeos e, incluso, por las colonias americanas. La burguesía las acogió con entusiasmo, ya que respondían a sus intereses e ideales. Sin embargo, también tuvieron mucha aceptación entre un sector de la nobleza y entre algunos de los monarcas absolutos, como José II de Austria, Federico II de Prusia, Catalina II de Rusia
y Carlos III de España. Sus medidas de gobierno han dado lugar al llamado Despotismo Ilustrado, consistente en llevar a cabo reformas, pero sin pretender una coparticipación popular, siguiendo el principio de “todo para el pueblo pero sin el pueblo”.
Ahora bien, el Despotismo Ilustrado venía a ser, también, una estrategia de los mismos monarcas para enfrenarse a la crisis del Antiguo Régimen, sistema sociopolítico que venía teniendo una larga vida y que, en la segunda mitad del siglo XVIII entró en
crisis por diversos factores: Por las transformaciones económicas, que exigían una libertad de producción, por las aspiraciones de la burguesía, dispuesta a poner fin a la sociedad estamental y al absolutismo monárquico, y por las críticas de los ilustrados,
que mostraban al Antiguo Régimen como un sistema injusto, irracional y poco adecuado para lograr la felicidad del hombre y el progreso de la sociedad.
La revolución francesa será la encargada de materializar el cambio, de acabar con el Antiguo Régimen; por su trascendencia la fecha de su inicio, 1789, sirve para poner fin a la Edad Moderna y para marcar el comienzo de otra nueva Edad, la Contemporánea. Del sistema sociopolítico del Antiguo Régimen se va a pasar a otro nuevo: al sistema liberal, donde la burguesía organiza un nuevo Estado basado en el reconocimiento de las libertades, en la división de poderes y en el principio de la
soberanía nacional.
5. La independencia de los Estados Unidos
Las 13 colonias inglesas
Existían 13 colonias inglesas situadas en la costa este de América del Norte. Los colonos estaban descontentos con la metrópoli porque no tenían representación en el parlamento, cada día pagaban mas impuestos y, además, los ingleses establecieron un monopolio que impedía a los colonos comerciar libremente. A lo anterior se unía que en las colonias ya existía una burguesía ilustrada que pronto se iba a hacer eco de las ideas de libertad e igualdad de la ilustración francesa.
El motín del Té
EL conflicto detonó cuando la producción de té americano fue concedida en monopolio a una compañía comercial inglesa. El 16 de diciembre de 1773 los colonos protestaron lanzando al mar un cargamento de té ante la aprobación de nuevos impuestos que gravaban su importación. Fue el conocido Motín del Té. El Rey de Inglaterra Jorge III reaccionó enviando al ejército.
La Declaración de independencia de EEUU
Los primeros enfrentamiento armados de cierta envergadura tuvieron lugar en 1775. Los colonos se organizaron en torno a la figura de George Washington y el 4 de julio de 1776 declararon la Independencia de los Estados Unidos que, entre otras cuestiones, imponía el deber de los gobernantes de respetar los derechos del pueblo y le reconocía el derecho de rebelión si el gobernante sometía a su pueblo a decisiones injustas.
La guerra duró hasta 1783 cuando Inglaterra reconoció la independencia. Los americanos contaron con el apoyo de Francia, España y Holanda. La victoria se decantó por los colonos a partir de la batalla de Yorktown. En 1789 George Washington fue nombrado primer presidente de los Estados Unidos.
La primera Constitución de la Historia
En 1787, se redactó la primera constitución de la historia. Proclamaba la división de poderes, establecía la república como forma de gobierno y diseñaba una estructura federal para EEUU. Se garantizaban las libertades de prensa, opinión, religión, de expresión y reunión. Además, el respeto sagrado a la vida, la libertad y a la propiedad eran los pilares del nuevo estado.
PREÁMBULO DE LA DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS, 1776.
"Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad. Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres, los gobiernos derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla, o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, evidencia el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y proveer de nuevas salvaguardas para su futura seguridad y su felicidad,"
Thomas Jefferson
Tercer presidente de Estados Unidos
Tercer presidente de Estados Unidos
RESPONDE A LAS SIGUIENTES CUESTIONES:
1. SEÑALA LAS IDEAS PRINCIPALES DEL TEXTO.
2. SEÑALA EL AUTOR, LA FECHA Y EN EL CONTEXTO DE QUÉ ACONTECIMIENTO HISTÓRICO SE REDACTA ESTE TEXTO.
3. ESTE TEXTO, ¿ES UNA FUENTE HISTÓRICA PRIMARIA O SECUNDARIA?
4. ¿DE QUÉ NATURALEZA CONSIDERAS ESTE TEXTO: JURÍDICA, POLÍTICA, SOCIAL, ECONÓMICA...?, ¿A QUIÉN VA DIRIGIDO?
4. EN QUÉ MOVIMIENTO INTELECTUAL SE INSPIRA, ¿QUÉ IDEAS ENCUENTRAS QUE SE IDENTIFICAN CON ESE MOVIMIENTO?
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