lunes, 30 de agosto de 2021

¿Qué es la Prehistoria y cuáles son sus etapas?






1. El origen de la especie humana

Los seres humanos somos resultado de la evolución natural. Un proceso inacabado que dura millones de años y cuyo objetivo es la adaptación más eficiente posible al medio natural.
Como mamíferos pertenecemos al orden de los primates, igual que los gorilas y los chimpancés, resultado de un largo proceso evolutivo de adaptación al medio natural.  La especie humana se clasifica dentro del género Homo.
A lo largo del tiempo, algunos primates experimentaron cambios físicos que les fueron diferenciando del resto y adquirieron nuevas características.

Cráneo de un Australopithecus Anamensis, que vivió hace 3,8 millones de años y es considerado antepasado del Homo Sapiens y coetáneo del icónico homínido 'Lucy', ha sido hallado por un grupo de investigadores en Etiopía, según dos estudios publicados por la revista Nature.

 Las transformaciones físicas fundamentales de esta evolución han sido:
La postura erguida y el bipedismo, que permite a los humanos des­plazarse sobre sus dos piernas en lugar de sobre cuatro patas.

•El aumento de la capacidad craneal y del volumen del cerebro.
El pulgar oponible al resto de los dedos de la mano, que da a los humanos una especial destreza cuando manipula objetos.
Estas transformaciones han posibilitado algunas capacidades de los seres humanos que no tienen otros primates.

Transformaciones físicas determinantes del Homo Sapiens Sapiens



La hominización
Se llama hominización al proceso de evolución de los primates que desembocó en la aparición de la especie humana.
El proceso de hominización fue muy lento. Además, no fue un proceso lineal, es decir, en el mismo espacio y tiempo convivieron varias espe­cies. Sin embargo, todas desaparecieron, excepto el Homo sapiens, que es el ser humano actual. Las principales especies que protagonizaron el proceso fueron las siguientes:
La aparición del género Homo marca el inicio de la prehistoria. Esta etapa comenzó aproximadamente hace unos 2 500 000 años y terminó hace unos 5500 años, cuando aparecieron las primeras manifestaciones de escritura.
Para facilitar el estudio de este periodo, la prehistoria se ha dividido en varias etapas. Esta división se realiza teniendo en cuenta el principal material con el que los humanos prehistóricos fabricaban sus objetos cotidianos.

ESPECIES DE HOMÍNIDOS EN EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN




2. Las fuentes arqueológicas
Como ya sabes, para estudiar la historia los investigadores recurren a diversas fuentes con el objetivo de obtener la información que necesi­tan. En ocasiones, los historiadores necesitan del apoyo de otras cien­cias, como la arqueología, dedicadas al estudio de los restos materiales.
La arqueología es la ciencia que investiga los restos materiales del pa­sado. Gracias a los hallazgos de fósiles y de objetos cotidianos, como herramientas u objetos de cerámica, se puede conocer la forma de vida de los grupos humanos de otras épocas.

Yacimiento arqueológico de Atapuerca, Burgos


3. La vida en la prehistoria
Durante la prehistoria, evolucionó la forma en que los seres humanos se relacionaban con el entorno y obtenían recursos de él. La forma de vida en cada una de las etapas de la prehistoria estaba condicionada por el modo de obtener recursos.

LÍNEA DEL TIEMPO EN LA PREHISTORIA



 El Paleolítico 
En la etapa más antigua de la prehistoria, el Paleolítico, nuestros antepasados no sabían producir su comida, por lo que eran depredadores.
Conseguían los alimentos del entorno a través del carroñeo, la caza, la pesca y la recolección.
Además, eran nómadas, es decir, no tenían un asentamiento fijo. Como no sabían fabricar su comida, se veían obligados a desplazarse para buscar alimentos.
Los seres humanos se refugiaban en cuevas o en cabañas construidas con ramas y pieles.
El Paleolítico se extiende en un tiempo pasado entre 2,5 millones de años y  9 000 , por lo que es la etapa más antigua y larga de la prehistoria.
Durante el Paleolítico, la vida se hacía en pequeños grupos de indivi­duos nómadas, que hoy llamamos clanes o bandas. En los clanes, las tareas de caza, pesca y recolección se realizaban de forma colectiva, ya que la cooperación era necesaria. Esta cooperación contribuyó al desarrollo del lenguaje. Además, dentro del clan no existía la propiedad privada.

Vida en el Paleolítico


Estas tribus del Paleolítico lograron  avances técnicos que facilitaron sus tareas para obtener recursos del medio. Entre ellos, destacaron la capacidad de elaborar herramientas o útiles y el dominio del fuego.
Uno de los factores más importantes en la prehistoria fue el descubrimiento del fuego, lo que le permitió a estos hombres aumentar sus probabilidades de sobrevivir. El fuego funcionaba como una fuente de calor que permitía soportar climas muy fríos y además, ahuyentar depredadores.
Aunque no se sabe cómo se descubrió el fuego, se estima que ocurrió hace casi 2 millones de años y que fue el resultado de un accidente natural, producto de un rayo o quizás de una explosión volcánica. Imaginar cómo se descubrió el fuego durante el Paleolítico, si bien no es una tarea sencilla, es sumamente interesante.

Descubrimiento del uso del fuego


Los útiles del Paleolítico se usaban en las tareas de obtención de ali­mentos y de protección. Se hacían de madera, hueso o piedra. La piedra más usada era el sílex, que era golpeada para tallarla. Durante esta etapa, se perfeccionó la talla y se elaboraron herramientas cada vez más precisas. Esto permitió que aparecieran útiles especializados en las diferentes tareas.

Herramientas prehistóricas



Para comprender mejor al Paleolítico, se lo dividió en tres períodos, ellos son:

El Paleolítico Inferior, en el que vivieron los Australopithecus, los Homo Habilis y los Homo Erectus (desde 2,85 millones hasta 127.000 años atrás)
El Paleolítico Medio, en el que vivieron los Homo Neanderthalensis (desde 127.000 hasta 40.000 años atrás)
El Paleolítico Superior, en el que vivieron los Homo Sapiens (desde 40.000 hasta 10.000 años atrás).
Hoy sabemos que los Neanderthales y nosotros, los Homo Sapiens Sapiens, llegamos a convivir en el mismo tiempo.


 
 El Neolítico 
La etapa del Neolítico se caracterizó por un profundo cambio: la aparición de la agricultura y la ganadería. Los seres humanos aprendieron a producir sus alimentos a través del cultivo de la tierra y de la domesticación de animales. Esto les permitió pasar de una economía depredadora a una productora.

Neolítico, inicio de la agricultura y la ganadería, y proceso de sedentarización



Como consecuencia, los seres humanos se hicieron sedentarios y fijaron su lugar de residencia. Con ello, aparecieron las primeras formas de organización social.
Surgieron los primeros poblados. Muchos de ellos estaban formados por chozas con techos de paja.

Los poblados del Neolítico
El Neolítico comenzó hace unos 9 000 años con la aparición de la agricultura y la ganadería. Ambas actividades permitieron que los seres humanos se hicieran sedentarios y, en consecuencia, aparecieran los primeros poblados.
Los nuevos alimentos básicos fueron cereales como el trigo y la ce­bada, con los que se hacía pan. También se obtenían alimentos de animales domesticados como la cabra y el cerdo. De este modo, la alimentación se hizo más diversificada y abundante, y se favoreció el crecimiento de la población.

Aldea Neolítica

Los cambios económicos y tecnológicos provocaron profundas transformaciones en las sociedades:
La aparición del comercio. Se inició con el intercambio de aquellos productos agrícolas que no eran consumidos.
La especialización del trabajo. Las nuevas ocupaciones supusieron la aparición de personas especializadas en cada una de las tareas.
La aparición de sociedades complejas. Posiblemente, los campos de cultivo pertenecían a todos los habitantes del poblado y se trabajaban de forma colectiva. Sin embargo, la especialización del trabajo favore­ció las diferencias sociales, que se manifestaron en el desigual reparto de las propiedades y en la aparición de jerarquías.

Yacimiento arqueológico de la aldea neolítica de Skara Brae, en Escocia



Todavía en el neolítico se documenta una de las primeras ciudades de la historia, Catal Huyuk, que se encuentra en la península de Anatolia, en la actual Turquía. es un antiguo asentamiento de los períodos neolítico y calcolítico, siendo el conjunto urbano más grande y mejor preservado de la época neolítica en el Oriente Próximo. En su apogeo este asentamiento llegó a cubrir 13 hectáreas.
Catal Huyuk, sus restos se datan entre el VIII milenio a.c. y los más recientes hacia el 5.500 a.c.


  
Recreación del interior de una casa en Catal Huyuk




La Edad de los Metales

La Edad de los Metales se caracterizó por la aparición de la metalurgia, que es la técnica de trabajo de los metales con el fin de obtener herramientas y armas.
La posesión de objetos de metal y el intercambio de los mismos dieron paso a las primeras sociedades organizadas en las que un pequeño grupo imponía su autoridad sobre el resto de personas.
Surgieron las primeras ciudades. Muchas estaban protegidas por murallas.
 
La metalurgia: la Edad de los Metales
La metalurgia es la técnica que trabaja los metales para obtener herra­mientas, armas, joyas y otros objetos. El descubrimiento de la metalur­gia se produjo en la región del Cáucaso hacia el año 5000 a. de C. y dio origen a la última etapa de la prehistoria: la Edad de los Metales. Esta etapa se organiza en fases, según el metal con el que se trabajaba en cada una: la Edad del Cobre, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro.
Aldea durante la Edad de los Metales



El dominio de esta técnica contribuyó a consolidar los cambios sociales iniciados en el Neolítico. Aparecieron así las primeras ciudades, de donde surgieron sociedades más complejas. En estas sociedades, un grupo de personas estableció su  autoridad  sobre  el  resto  basándose en la posesión de joyas y armas metálicas. Además, estas ciudades ex­tendieron su dominio sobre el territorio y sobre otras ciudades, lo que fue el origen de los primeros reinos e imperios.
Se obtuvieron nuevas herramientas que facilitaron las tareas agrícolas, entre las que destacó el arado. Además, en algunas zonas, se conocieron otros avances técnicos que facilitaron esas tareas e impulsaron el comercio, como por ejemplo la rueda o la vela para la navegación. Se fabricaron armas destinadas a la guerra. La guerra se convirtió en un medio de expansión y de dominio de otros territorios. Por su importancia, surgieron grupos de guerreros dedicados exclusivamente a la lucha. Estos guerreros se convirtieron en los grupos más poderosos de la sociedad.






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